lunes, 7 de abril de 2014

Sencillamente una pasión


Hace seis años salimos del Aeropuerto José María Córdoba 16 chicas, Ana María Lopera nuestra entrenadora y  Hugo osorio, el médico rumbo a Costa Rica en búsqueda de un sueño, regresar con la medalla de oro de los Suramericanos de Balonmano Femenino Sub 20.



La meta apenas comenzaba, nuestra primera parada fue Bogotá, dónde debíamos recoger las visas de turismo deportivas que habíamos conseguido para poder viajar a nuestro país de destino. Pasamos todo un día afuera de la embajada con nuestros papeles firmados para poder recibirlas, sin embargo, la espera fue larga, no había respuesta aún de nuestro visado y sin tener a dónde movernos en la Capital, un grupo tan numero lo más sensato fue esperar afuera de la Embajada de Costa Rica en Colombia. 


Después de esperar unas largas horas, regresar al aeropuerto y tomar el vuelo directo a Costa Rica, por fin estábamos listas para darlo todo en el Suramericano y demostrar todo los frutos de las extensas y fuertes jornadas de dobles entrenamientos diarios durante varios meses. Era allí dónde todos nuestros sacrificios valdrían la pena. 


El torneo sí mal no recuerdo duraba 4 días, partido diario para clasificación y el último de finales y premiación. Entre los equipos a competir estaban Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, México y nosotras en representación de Colombia. Nuestras rivales más fuerte eran las Dominicanas, estudiantes dedicadas al balonmano, no sólo como hobby, pasión, sino sustento económico. En su país el Balonmano tienen tanta fuerza que es considerado como cualquier otro deporte destacado y remunerado. 

Recuerdo que ese año apenas estaba surgiendo La Federación Colombiana de Balonmano y su aporte económico no era muy alto y a nosotras nos tocaba cubrir parte de los gastos, o más bien a nuestros padres, por eso recogimos haciendo rifas, venta de comidas e incluso convenios con discotecas para recoger la mayor suma posible y que de el bolsillo de nuestros padres no saliera mucho dinero. 




Los partidos comenzaron y los resultados no nos favorecían mucho, definitivamente República Dominicana y México estaban demostrando ser potencia femenina en Balonmano, sin embargo, a pesar de nuestra estatura comparada con la de ellas logramos quedar en tercer lugar. 

El balonmano aunque es poco conocido y ahora ha tomado mucha más fuerza, une culturas, no discrimina clase social y lo que entendí y aprendí de esa experiencia es que a todas nos unía una misma pasión jugar en equipo.